- La inflamación crónica en la AR acelera el proceso de aterosclerosis, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular.
- La AR puede afectar los niveles de colesterol, generando un perfil lipídico alterado que, junto con la inflamación, contribuye al daño vascular.
- Los tratamientos para la AR, como los corticosteroides, pueden elevar los niveles de colesterol, lo que agrava aún más el riesgo cardiovascular
Las personas con artritis reumatoidea tienen un riesgo cardiovascular elevado, no solo debido a los factores tradicionales como el colesterol elevado, sino también debido a la inflamación crónica que afecta sus vasos sanguíneos. Esto implica que el manejo integral de la AR debe incluir la evaluación y control de los factores de riesgo cardiovascular.
Dr. Jorge Velasco Zamora
Instituto CER Quilmes
Fundación Articular